¿Por qué agregar líquidos de llenado a los manómetros?

Los manómetros son básicamente instrumentos que miden la presión a la que está sometido un fluido determinado. Hay diversos sistemas en los que se requiere conocer la presión de un fluido en cierto punto. También se sabe que hay sistemas en los que el fluido puede estar sometido a choques mecánicos y fluctuaciones notorias de la presión. Cuando se instala un equipo sin líquido de llenado en estos sistemas, se presentan diversas desventajas. La primera es la dificultad para la toma de la medición, ya que la aguja indicadora puede moverse frecuentemente debido a las fluctuaciones. La segunda es la posibilidad de que el mecanismo de medición se vea afectado negativamente debido a las fluctuaciones y vibraciones mecánicas bruscas.

Los líquidos más comunes para uso dentro de manómetros son las mezclas de glicerina, agua, glicerol y/o aceites de silicona. Normalmente estos manómetros no se encuentran completamente llenos del líquido. Esto es debido a que los líquidos pueden absorber humedad del ambiente y expandirse. Si se llena por completo no hay forma de absorber esta expansión. Por eso se llena solo entre 80% y 90% de su capacidad total. Estos líquidos absorben las vibraciones del sistema y las fluctuaciones de la presión. Por lo tanto protege el mecanismo de medición. Además le permite al usuario tomar lecturas más claras y reales de la presión medida en el tiempo que se está midiendo.

Por éstas razones se recomienda el uso de manómetros, sobre todo en sistemas de bajas presión, que es donde se presentan mayores fluctuaciones debido a sus bajas magnitudes. Si quieres conocer más sobre estos equipos, sus clasificaciones y usos en la industria de la combustión contacta a Thermal Combustion.